Legislación Educativa Venezolana
La filosofía política actual del país, tiene su equivalente en una Filosofía de la Educación,
que se centra en un nuevo modelo de sociedad, que se convierte en el
ámbito para la formación del nuevo ciudadano, quien hará posible esta
nueva república. El espacio para construir esta formación es la nueva
escuela como centro del quehacer de la comunidad y eje del desarrollo
local.
El
Ministerio del Poder Popular para la Educación, asume su
responsabilidad de garantizar una Educación Integral y de Calidad para
Todos. Desde esta perspectiva el Estado Venezolano crea un conjunto de
leyes o disposiciones legislativas que conciernen al Sistema Educativo
Venezolano, de manera que el sector educativo y sociedad en general, tengan una misma situación jurídica y gocen de los mismos privilegios.
La propuesta actual, expone una Educación que se
proyecte impulsando cambios que le permitan dinamizar y humanizar su
misión. Partiendo del concepto de una nueva sociedad protagonista y
responsable que logra insertarse en los procesos de desarrollo
comunitario. Se busca promover un saber significativo dentro del ámbito
del desarrollo del ser y convertir a la alegría de aprender y al placer
de enseñar en la verdadera motivación escolar.
El
influjo renovador de la Educación Integral y de Calidad, se proyecta en
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en sus
diferentes artículos, consagrando la educación obligatoria Art. (102),
el derecho a la educación Art. (103), finalidad de la educación,
personal encargado de la educación Art. (104), y
desde la Ley Orgánica de Educación, en el articulado que refiere a la
Educación como proceso integral, como derecho permanente de la persona,
como proceso vinculado al trabajo y en vinculación con la comunidad.
Sin embargo, estas acotaciones no corresponden con la realidad de nuestras instituciones escolares, la contradicción entre la
teoría y la práctica, en relación con el modelo bolivariano que se ha
adoptado para la sociedad actual, dicho enfoque, plantea la
participación y el diálogo como condiciones indispensables para el
conocimiento, de manera que se conviertan en protagonistas activos de las transformaciones de la
cual forman parte en la época que viven y lejos de este concepto,
algunos docentes siguen ejerciendo la educación tradicional en sus
estudiantes, castradores, donde no se permite la discusión y se niega el
debate. Contradicción entre la teoría y la práctica.
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